Los elevados niveles de azúcar en sangre derivados de la diabetes pueden dificultar el mantenimiento de la salud bucodental. En consecuencia, las personas que padecen esta enfermedad corren más riesgo de sufrir periodontitis y gingivitis, que son tipos de enfermedad de las encías, pérdida de dientes, candidiasis bucal, que es una infección por hongos, y halitosis, conocida comúnmente como mal aliento o boca seca. En este artículo exploraremos la relación entre la salud bucodental y la diabetes, en relación con los problemas dentales, y lo que puedes hacer para prevenirlos.

Relación entre diabetes y salud bucodental
Ciertos problemas bucodentales pueden ser cada vez más arriesgados debido a la diabetes, de numerosas maneras.
Un nivel elevado de azúcar en la sangre, también conocido como glucosa, puede ser la causa de niveles elevados de azúcar en la saliva. Las bacterias que se encuentran en la placa, que es la película pegajosa que se acumula en los dientes, se alimentan de estos azúcares, provocando la pérdida de dientes, caries y caries dental, así como aumentando la probabilidad de periodontitis o enfermedad de las encías.
Además, la diabetes afecta al sistema inmunitario debilitándolo, lo que dificulta el control de los problemas de la boca o la curación de las infecciones. Esto también aumenta las probabilidades de periodontitis y afecta a la curación.
Por último, algunos medicamentos para la diabetes pueden provocar efectos secundarios como una producción insuficiente de saliva. Cuando la boca está demasiado seca, no es capaz de eliminar las partículas de comida de la boca e impide que las bacterias formen placa, lo que aumenta el riesgo de pérdida de dientes, caries y caries dental.
Tipos de diabetes
La diabetes indica numerosas afecciones que afectan a la capacidad del organismo para descomponer los azúcares para obtener energía. Por lo general, la mayoría de las personas padecen diabetes de tipo 2, en la que hay una captación insuficiente de glucosa en las células que provoca el aumento y la producción inadecuada de insulina, la hormona que desempeña el papel de regulador de los niveles de glucosa en sangre.
Aproximadamente el 5% de las personas con diabetes tienen el tipo 1, cuya causa principal es que el organismo no genera suficiente insulina o no la genera en absoluto. Sin embargo, ambos tipos están relacionados con problemas dentales.
Problemas de salud bucodental asociados a la diabetes
La diabetes puede ser la causa de diferentes problemas de salud dental o, en ocasiones, aumentar el riesgo. A continuación se enumeran los problemas más habituales de los que deben cuidarse las personas con diabetes:

Boca seca
La sequedad de boca se une con frecuencia a la diabetes, generalmente debido a los efectos secundarios que provocan los medicamentos que se toman para controlarla. Éstos repercuten en la producción de la cantidad de saliva, lo que puede dar lugar a problemas específicos, entre los que se incluyen los siguientes:
- Halitosis o mal aliento crónico
- Un sabor desagradable en la boca
- Dificultad para tragar (disfagia) o masticar
- Dificultades del habla
Además, teniendo en cuenta que la saliva desempeña un papel fundamental en el control de la propagación bacteriana en la boca, la sequedad bucal aumenta las probabilidades de sufrir caries, enfermedades de las encías y pérdida de dientes.
Caries dentales
Otro factor que acompaña a la diabetes es la caries dental. La presencia de un alto nivel de glucosa en el torrente sanguíneo eleva los azúcares de la saliva, que sirven de "alimento" a las bacterias de la boca. El resultado es un mayor nivel de acidez, que descompone las duras capas de esmalte de los dientes. Sucesivamente, la caries es la causa de las caries, y si no se tratan, las caries pueden ser la causa de la pérdida de dientes.
La pérdida de dientes como factor de riesgo
Si se compara con el conjunto de la población, se observa que la pérdida de dientes es un problema mucho más habitual entre las personas con diabetes. De hecho, las personas con diabetes pueden llegar a perder casi el doble de dientes.

Gingivitis
La gingivitis es un tipo habitual de enfermedad de las encías y se distingue por la inflamación y el sangrado de éstas. Factores como la disminución de la respuesta inmunitaria, los altos niveles de azúcar en la saliva y la sequedad bucal, relacionados con la diabetes, pueden elevar significativamente los riesgos de desarrollar este tipo de infección.
El cuidado dental adecuado y unos hábitos saludables asegurados pueden tratar la gingivitis, pero si no se trata, puede derivar en infecciones más complicadas y graves, como la periodontitis, u otros problemas como caries y mal aliento.
Periodontitis
La periodontitis es una complicación de la gingivitis y una infección muy grave de las encías. Además de la inflamación y el sangrado de las encías, esta enfermedad puede provocar la formación de bolsas, conocidas como abscesos, que rodean las raíces de los dientes y el hueso. Como resultado, puede haber dientes flojos, mal aliento crónico y dificultades para masticar, y puede dañar el hueso subyacente provocando la pérdida de dientes, si no se controla.
Dado que la glucemia alta también afecta al sistema inmunitario, las enfermedades de las encías, como la gingivitis o la periodontitis, son mucho más difíciles de controlar.
Zorzal
La candidiasis oral es una infección fúngica que afecta a los tejidos de la boca. Se caracteriza por la aparición de manchas blancas en el revestimiento de los tejidos o en la lengua, no es contagiosa y puede tratarse fácilmente con medicamentos antimicóticos. Sin embargo, si no se trata, el hongo puede propagarse a otras partes del cuerpo, provocando un hipo mucho más grave.

Curación lenta de las heridas
Un andador lateral para la diabetes reduce la funcionalidad inmunitaria, lo que puede afectar a la salud de la boca. El organismo es incapaz de producir suficientes citoquinas cuando los niveles de glucosa en sangre son altos y la insulina baja, características muy habituales de esta enfermedad.
Los lípidos o grasas y estas proteínas son vitales para la funcionalidad y la señalización del sistema inmunitario. Además, la diabetes obstruye los leucocitos -las células sanguíneas que combaten las infecciones- y disminuye la capacidad del sistema inmunitario para identificar los virus, hongos o bacterias que atacan.
Posteriormente, en las personas con diabetes, la cicatrización de las heridas se ve frustrada. Lo que facilita que la enfermedad de las encías se convierta en periodontitis y permite que los casos sean mucho más dolorosos y graves. Esto aumenta el riesgo de que se desarrollen problemas de salud bucodental, como la pérdida de dientes o caries.

Si tengo diabetes, ¿cómo puedo prevenir los problemas de salud bucodental?
Teniendo en cuenta que las personas con diabetes corren un mayor riesgo de sufrir daños en la salud bucodental, es fundamental seguir a rajatabla unas buenas prácticas de higiene bucodental, prestar estricta atención a cualquier alteración de la salud bucodental y ponerse en contacto con el dentista en cuanto se produzcan dichos cambios. Algunas de las sugerencias para prevenir o reducir los problemas de salud bucodental son:
- Mantenga la glucemia cerca de la normalidad. En cada visita al dentista, asegúrese de comunicarle el estado de su diabetes. En concreto, conozca su nivel de hemoglobina glucosilada (HgA1C). Un indicio de buen control es un nivel inferior a 7%. En caso de que haya sufrido un episodio de bajada de azúcar en sangre en el pasado, conocido como reacción a la insulina, corre un alto riesgo de sufrir otro. Informe a su dentista de cuándo fue su último episodio, con qué frecuencia se producen y cuándo fue la última vez que tomó su dosis de insulina, por si acaso.
- Visite a su dentista antes de fijar un tratamiento para la enfermedad periodontal. Si tiene previsto someterse a una intervención quirúrgica oral, pida a su médico que hable con su dentista sobre su estado de salud general, para que ambos puedan decidir juntos si es necesario tomar antibióticos antes de la operación, cambiar el horario de las comidas o modificar el horario y la dosis de la insulina que toma, en caso de que tome alguna.
- Asegúrese de facilitar a su dentista los datos de su médico, como su nombre y número de teléfono. Esta información debe ser fácilmente accesible para su dentista en caso de que surja cualquier duda o pregunta.
- Entregue a su dentista una lista con los nombres y las dosis de todos los medicamentos que esté tomando. Necesitará esta información para recetarle los medicamentos que tengan menos probabilidades de interferir con los que esté tomando en ese momento. Por ejemplo, si se está tratando una infección importante, es posible que haya que modificar la dosis de insulina de quien la esté tomando.
- Posponga cualquier procedimiento dental que no sea de urgencia si su glucemia no está bien administrada. Sin embargo, las infecciones agudas, las que se desarrollan muy deprisa, como los abscesos, deben tratarse cuanto antes.
- Tenga en cuenta que el periodo de cicatrización puede ser más largo en personas diabéticas. Siga meticulosamente las pautas postratamiento de su dentista.
- Llama inmediatamente a tu ortodoncista si un bracket o alambre (como los de los aparatos de ortodoncia) te corta la lengua o la boca.
¿Cuáles son los conceptos erróneos sobre los problemas de salud bucodental y la diabetes?
Los diabéticos corren más riesgo de caries dental
Existen dos corrientes de opinión sobre este tema. El primer grupo cree que los altos niveles de glucosa en la saliva de las personas que padecen diabetes no controlada ayudan a las bacterias a desarrollarse. Esto provoca el desarrollo de caries (cavidades o caries dentales) y enfermedades de las encías. Además, las personas con diabetes tienen tendencia a hacer comidas pequeñas y más frecuentes durante el día. Esto aumenta el riesgo de que crezcan bacterias y se desarrollen caries.
El otro grupo de personas cree que los diabéticos son más responsables de lo que comen, ya que siempre vigilan de cerca su ingesta de azúcar. Es decir, no son grandes consumidores de muchos alimentos que contienen azúcar que provoca caries. A decir verdad, las personas con diabetes bien controlada no tienen ni más ni menos caries o enfermedad periodontal que las personas sin diabetes. La mejor protección contra la formación de caries y la enfermedad periodontal es una buena regulación del azúcar en sangre y una buena higiene bucal.

Los diabéticos pierden los dientes más a menudo y antes que los no diabéticos.
Hay muchos factores que desempeñan un papel crucial en la pérdida de dientes con la diabetes. En primer lugar, las personas con diabetes no controlada son más propensas a generar enfermedades de las encías y gingivitis. Si la infección persiste, puede extenderse al hueso subyacente que sujeta los dientes. La única complicación de la situación es el hecho de que las infecciones no se resuelven tan rápido en las personas que padecen diabetes.
La buena noticia para los diabéticos es que la práctica de unos buenos hábitos de higiene bucal, como cepillarse los dientes dos veces al día, como mínimo, o incluso mejor, después de cada comida, con una pasta dentífrica que contenga flúor, usar hilo dental a diario y mantener el nivel de azúcar en sangre bastante controlado, reducirá en gran medida o eliminará por completo la posibilidad de infección por enfermedad de las encías y, con ello, las probabilidades de pérdida de dientes. Si una persona con diabetes necesita someterse a una intervención quirúrgica, correrá un mayor riesgo de sufrir problemas posquirúrgicos, incluidas las infecciones.
Siguiendo unos cuidados médicos estrictos y unos autocuidados que mantengan los niveles de azúcar en sangre lo más normales posible, así como un buen cuidado dental personal y profesional, los problemas tras la operación no son más probables en las personas con diabetes que en las que no la padecen.
El aumento de los niveles de azúcar en sangre como consecuencia de la diabetes puede dificultar bastante el mantenimiento de una salud bucodental adecuada. Por ello, las personas con esta afección son más propensas a sufrir periodontitis y gingivitis (dos tipos de enfermedad de las encías), pérdida de dientes, candidiasis bucal (una infección por hongos), sequedad de boca o halitosis (mal aliento crónico).

Resumen
Parte de las consecuencias negativas de la diabetes para la salud es una mala salud bucodental. Esta enfermedad puede provocar periodontitis y gingivitis, sequedad de boca, caries y pérdida de dientes, y candidiasis bucal, una infección causada por hongos en la lengua o en el interior de la boca. Además, los problemas bucales pueden empeorar debido al efecto de la diabetes sobre el funcionamiento del sistema inmunitario.
Acudir puntualmente al dentista, adoptar buenos hábitos de higiene bucal, dejar de fumar y controlar los niveles de azúcar en sangre pueden ayudar a evitar problemas de salud bucal.
Unas palabras de Trio Dental Center
Aunque la protección de la salud bucodental puede no ser el objetivo principal del control de la diabetes, no cabe duda de que es una parte esencial de su cuidado. Los problemas dentales aumentan las posibilidades de desarrollar problemas de salud más graves y pueden afectar directamente a la calidad de vida y a la confianza en uno mismo. Si padece diabetes, sea proactivo: Busque tratamiento y hable con su dentista sobre lo que puede hacer para salvar su sonrisa.